EL VUELO DE LOS GANSOS
- Debora Galan
- 15 oct 2014
- 4 Min. de lectura

-Cuentos cortos para trabajar en grupos
La próxima temporada, cuando veas los gansos emigrar dirigiéndose hacia un lugar más cálido para pasar el invierno, fíjate y verás que vuelan en forma de “V”.
¿Sabes por qué lo hacen de esta forma?
Porque al batir sus alas, cada ave produce una corriente en el aire que ayuda al que va detrás de él. Volando en V, la bandada de gansos aumenta por lo menos un 71% más su capacidad de vuelo, en comparación con uno que vuela solo.
Las personas que comparten un proyecto en común y tienen sentido de comunidad, pueden llegar a cumplir sus objetivos más fácil y rápidamente apoyándose entre sí.
Cada vez que un ganso sale de la formación, siente inmediatamente la resistencia del aire y se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo. Por supuesto, rápidamente vuelve a la formación para beneficiarse del compañero que va adelante.
Si nos unimos y nos mantenemos juntos a los que van en nuestra misma dirección, el esfuerzo será menor. Todo será más sencillo y alcanzar las metas y objetivos, será más placentero.
Cuando el líder de los gansos se cansa, permite que otro tome su lugar y él se retrase a un lugar más cómodo.
Nosotros, hombres y mujeres, obtendremos mejores resultados si nos apoyamos en los momentos duros, si nos respetamos y compartimos los problemas y los trabajos más difíciles.
Los gansos que van en la parte de atrás graznan para alentar a los que van adelante a mantener la velocidad.
Una palabra de aliento a tiempo, ayuda, da fuerza, motiva y produce mejores resultados.
Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, los dos gansos más cercanos salen de la formación y lo acompañan para apoyarlo y protegerlo.
Si tuviéramos la inteligencia de un ganso, nos mantendríamos siempre uno al lado del otro, ayudándonos y acompañándonos.
¿Cómo nos hemos dejado engañar durante miles de años de que la ley del más fuerte, la competitividad, el egoísmo y el individualismo es lo mejor para la sociedad? ¿A dónde nos han llevado estos valores? ¿Vivimos en el mejor de los paradigmas posibles? ¿Quién nos puede enseñar a tomar otro rumbo?
Pues en este caso se trata de mirar al Cielo, pero no para inspirarnos en los grandes Maestros Espirituales, sino en los humildes gansos cuya estructura social es digna de admiración e intento de imitación por nuestra parte.
El vuelo de los gansos y su estructura en “V”, no sólo es solidaria e integradora de todos los individuos, sino que además es mucho más eficaz porque la unión hace la fuerza en todos los reinos de la Naturaleza, y nosotros somos uno más.
Merece la pena reflexionar sobre la lección del vuelo de los gansos y sobre las perspectivas que nos abren si aplicásemos el sentido de la cooperación en vez de la competencia en nuestras vidas.
Seguro que esto también lo ha investigado la nueva disciplina de la BIOMÍMESIS que estudia la Naturaleza para aplicarlo a tecnología y a avances humanos.
¿Y acaso hay mayor avance que la Humanidad vuele unida hacia un futuro mejor?
La ciencia ha descubierto que los gansos vuelan formando una “V” porque cuando cada ave bate sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al ganso que va detrás de ella.
Volando en “V”, toda la bandada aumenta por lo menos en 71% más su poder de vuelo, que si cada ave lo hiciera sola.
1ª Deducción: Cuando compartimos una dirección común y tenemos sentido de comunidad, podemos llegar a donde deseamos, más fácil y más rápido. Este es el beneficio de apoyo mutuo.
Cada vez que un ganso se sale de la formación y siente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de volar solo y de inmediato se incorpora de nuevo a la fila para beneficiarse del poder del compañero que va adelante.
2ª Deducción: Si tuviéramos la lógica de un ganso, nos mantendríamos con aquellos que se dirigen en nuestra misma dirección.
Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso toma su lugar.
3ª Deducción: Obtenemos resultados óptimos cuando hacemos turnos para realizar los trabajos difíciles.
Los gansos que van detrás, producen un sonido propio de ellos, y hacen esto con frecuencia, para estimular a los que van adelante a mantener la velocidad.
4 ª Deducción: Una palabra de aliento produce grandes resultados.
Finalmente, cuando un ganso enferma o cae herido por un disparo, dos de sus compañeros se salen de la formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo.
Se quedan con él hasta que esté nuevamente en condiciones de volar o hasta que muere, solo entonces los dos acompañantes vuelven a la bandada o se unen a otro grupo.
5 ª Deducción: Si tuviéramos la inteligencia de un ganso, nos mantendríamos siempre uno al lado del otro, ayudándonos y acompañándonos. Esto se llama: TRABAJO EN EQUIPO
Compilación.-
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